Este pequeño aparato, ¿cuánto puede pesar? puede ser que ni al kilogramo llegue, pero es increíble la cantidad de información que le cabe. Desde canciones, vídeos, documentos, libros, incluso películas; tiene la capacidad para aguantar golpes, agua; algunos son casi indestructibles. Te da la facilidad de estar en contacto con cualquier persona en distancias larguísimas. Pero alguna vez has notado, ¿cuántas son las personas que NO tienen un teléfono celular? Notar este hecho, y darnos cuenta que alguien no cuenta con uno, puede llegar a parecernos extraño.
Al ir caminando por la calle cada vez es más común ver gente distraída con un celular en la mano. Empezar a depender de ellos, por estar esperando una llamada o un mensaje o solo por el hecho de traerlos en la mano puede parecernos indispensable. Como casi todas las tecnologías, la invención del celular fue principalmente para tener una forma de comunicación; fue creado por necesidad; y ahora, solo es un lujo. El celular más caro o con más aplicaciones siempre va ser el más buscado. Ahí esta el problema, pues, gastamos una cantidad inmensa de dinero, y la manía de estar aplastando esos pequeñisimos botones nos hace distraídos y corremos el riesgo de que nos pase un accidente.
Si todavía tienes duda, piensa, ¿alguna vez se ha perdido tu celular?, ¿cómo se siente?, ¿te desesperas verdad? Sientes que no hay nada más importante que encontrarlo, porque puede llamar alguien importante o porque sientes que no puedes vivir sin él; cuando vamos a salir, es lo primero que buscamos para traer con nosotros.
Si es así, lamento decirte: eres un adicto al celular.
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